martes, 1 de diciembre de 2009

Cuba desmiente tesis sobre liberalización como promotora del desarrollo

Ante la VII Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio, que se realiza en Ginebra, Suiza, la representación cubana expuso el carácter falso de las tesis que apuntan a que la desregulación y la liberalización económica promueven el crecimiento y el desarrollo.

En su discurso, el ministro cubano de Comercio Exterior y de la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca además recordó las premonitorias palabras del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, en torno a la actual crisis económica mundial.

Malmierca señaló que en 1998 Fidel Castro avizoró la magnitud de la crisis actual y sus advertencias se hicieron realidad apenas 10 años después."La solución no es continuar aplicando las fracasadas recetas neoliberales, sino aplicar enfoques que tengan al ser humano como razón de ser y centro del desarrollo, conforme a los Objetivos de Desarrollo del Milenio", subrayó el funcionario cubano.

"Tampoco se resolverá la crisis con finalizar la Ronda de Doha exigiendo más liberalización a los países subdesarrollados y obviando que el centro del mandato de la Ronda es el Desarrollo", añadió.Sostuvo que el sistema comercial y financiero internacional necesita ser transformado de manera radical, "no cosméticamente", para enfrentar los desafíos del Siglo XXI.

Denunció que bajo artimañas supuestamente medioambientales proliferan en la actualidad iniciativas de gravar con impuestos a los productos provenientes de países subdesarrollados sobre la base del nivel de gases de efecto invernadero vinculado a su producción."El propósito no es la protección del Planeta, sino frenar el proceso de desarrollo del Sur mediante la aplicación de medidas proteccionistas unilaterales que no resolverán el problema del cambio climático global", sentenció.

Ponderó el papel del Estado en el establecimiento de estrategias sostenibles, incluida su responsabilidad reguladora del mercado y su potestad de legislar, administrar, elegir y controlar las inversiones extranjeras, en función de sus prioridades nacionales.

Al respecto, Malmierca se refirió a las iniciativas de integración Sur-Sur y en especial a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) "como una oportunidad sin igual para los países miembros, porque su objetivo fundamental es el bienestar del ser humano, no el mercado".

Remarcó que el propósito de culminar la Ronda de Doha de la OMC el próximo año, "no puede ser una meta traducida en precipitaciones que menoscaben los intereses legítimos del Sur".

En clara mención a Estados Unidos, el ministro precisó que sigue "sujetando su comprometimiento multilateral a las aperturas del comercio de los países subdesarrollados, mientras le aplican a mi pueblo, desde hace casi 50 años, un bloqueo económico, comercial y financiero".

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