lunes, 22 de febrero de 2010

JOSÉ FELICIANO AMA, un mártir popular

Nació en Izalco, Departamento de Sonsonate, en 1881, y murió linchado por una turba enardecida y xenofóbica de ladinos, prodictadura y terratenientes, luego fue colgado de un árbol con un lazo, para dar la impresión que había muerto ahorcado el 28 de enero de 1932. Usaba pelo corto, bigote y barba bien recortada, vestía camisa y pantalón de manta, caites de cuero y sombrero de palma, fue un hombre humilde, respetuoso, de voz apacible, firme y convincente, no hablaba mucho castellano sino en su lengua natal —el náhuat—, trabajó de jornalero, gustaba sembrar maíz negro, era devotamente cristiano, querido y apreciado por los demás indígenas.
Casado con Josefa, hija de Patricio Shupan, quien era mayordomo principal de la cofradía del Corpus Christi (Espíritu Santo) y a la vez cacique de Izalco. Feliciano Ama recibió de su suegro respaldo y apoyo, él lo ayudaba a recibir a los mandaderos de la cofradía, recolectar las ofrendas y lo acompañaba a las reuniones importantes. Patricio Shupan murió a causa de un sorpresivo fortísimo dolor de estómago en 1917, luego de asistir a un almuerzo en la residencia presidencial con uno de los presidentes de la dinastía Meléndez-Quiñónez, Carlos Meléndez.
Para esos años Patricio Shupan ya reclamaba la expropiación de las tierras comunales que el gobierno le había arrebatado a los indígenas, la expropiación de éstas por parte del gobierno, el maltrato inhumano y la extrema explotación de que eran víctima los indígenas fue la semilla de la discordia que desembocó en la insurrección indígena y en donde la fuerza armada cometió el peor etnocidio del siglo XX.
Fueron masacrados más de 30 mil indígenas; este hecho histórico es conocido y denominado por los historiadores gobiernistas como los "sucesos de 1932". Al fallecer Shupan, en 1917, Ama se convirtió en el cacique de los indígenas de Izalco y dirigente de la cofradía del Espíritu Santo, constituida en su totalidad por indígenas.
Continuó él la demanda por la devolución de las tierras comunales, la denuncia y la condena por la violación de los derechos humanos cometida contra su pueblo.
Mario Zapata y Alfonso Luna, jóvenes universitarios, al enterarse de los preparativos de la insurrección indígena liderada por el cacique Feliciano, llegaron a Izalco como dirigentes del Partido Comunista de El Salvador(PC), con el interés de aprovechar políticamente la situación con el propósito de que el PCS tomara la dirección.
Pero era ya demasiado tarde, Feliciano y los otros dirigentes indígenas tenían previsto el levantamiento indígena y al PCS no le quedó otra opción que adherirse a la revuelta indígena. En la noche del 22 de enero de 1932, Feliciano Ama ingresó a Sonsonate con centenares de indígenas, pero en la madrugada llegó gente extraña al movimiento, proveniente de Juayúa y ésta hizo destrozos, mataron al alcalde, cometieron acciones vandálicas y toda la responsabilidad se la atribuyeron injustamente al líder indígena Feliciano Ama, quien luego se replegó a unos huatales en las afueras de Izalco.
Los ladinos comenzaron a pedir su cabeza y desarrollaron un racismo paranoico.
La misión de atrapar a José Feliciano Ama fue encomendado a Cabrera, comandante de la guarnición de Izalco y reconocido como un matón que odiaba a los indígenas. Él salió con varios perros hacia los alrededores de Izalco, iba con varias decenas de soldados armados "hasta los dientes" vestidos de paisano y cuando llegaron al lugar donde se encontraba el líder indígena, lo embosca-ron, lo capturaron y amarrado se lo llevaron. a la alcaldía.
Ama gritaba: ¡vivan los indígenas!, ¡las tierras son nuestras¡, con su asesinato quisieron de esta forma apagar su voz por la justicia. Feliciano quedó suspendido de una ceiba frente a la Iglesia de la Asunción, como ejemplo de lo que le podía suceder a todo aquel que reclamara lo que le habían robado los terratenientes y los altos funcionarios de la dictadura de Maximiliano Hernández Martínez y de otros gobernantes anteriores.

Celebran cumpleaños 99 de Blas Escamilla: comunista salvadoreño


“Con gran alegría celebramos tres o mas generaciones de comunistas aquí presentes, este cumpleaños 99 de nuestro camarada Crucito, ejemplo de militante comunista, modelo de terquedad revolucionaria, de patriotismo…” expreso el director ejecutivo del Comité de Reconstrucción y Desarrollo, CRD, Rafael Benavides.

Por su parte, Domingo Santacruz, Embajador de El Salvador ante Cuba, indico que “el año pasado le celebramos el cumpleaños 98, Blas es una persona muy especial, como lo fue el papa de Coni, Daniel Castaneda, que también vivió 100 años, y fue secretario general del PCS…”

Agrego que “Blas es un autentico bolchevique, que ya desde los años 40 aparece como sindicalista del pan, en 1944 el 9 de mayo regresa de Panamá, el mismo día que Martínez iba de salida, en 1945 es exilado a Costa Rica, donde ingresa a vanguardia Popular y participa bajo el mando de Carlos Luís Fallas y los hermanos Mora en la guerra civil de 1948, regresa en 1953 y es capturado y torturado, es compañero de Cayetano Carpio, de Chepe Martínez y de la Chila, de Julita, todos panificadores.”

Fue del CROSS. Luego de la CGTS junto con el Chele Cativo, con Antonio Velasco iglesias, con Jorge López. A principios de los años 60 aparece conduciendo la Columna Obrera del FUAR, es un viejo veterano revolucionario, fue profesor nuestro. Nació en Moncagua en 1911. Militante testigo y participante de las luchas populares de estos últimos setenta años. No se doblego en los momentos mas difíciles, sufrió torturas, cárcel, fue objeto de vejámenes, incluso le aplastaron los testículos, Blas es un revolucionario autentico, un genuino comunista del que nos sentimos orgullosos.”

Durante el agasajo a Blas también se entrego una placa de reconocimiento a Domingo Santacruz por su papel en la conducción del CRD desde su fundación. La placa fue entregada por el actual director ejecutivo Rafael Benavides.

Por su parte, Damián Alegría, diputado del FMLN, hizo un brindis a nombre de los presentes: te deseamos Crucito, que cumplas más años y personalmente me siento feliz por esta familia de comunistas, de revolucionarios, de personas que luchan por un futuro mejor para nuestro país. Todo revolucionario salvadoreño debe sentirse feliz por personas como Blas.”

“”Bueno, me van a permitir…”indica Blas. “Durante toda mi vida lo que me ha impulsado a luchar es el rechazo a la injusticia, nunca me han gustado las injusticias y nunca me van a gustar…eso fue lo que me hizo afiliarme al partido Vanguardia Popular, que así se llamaban los comunistas en Costa Rica. Fíjense que una vez estaba en un parque y pasoel presidente tico Teodoro Picado saludando a todos. Y yo me puse a pensar: los presidentes aquí saludan y allá en El Salvador lo meten preso a uno. Me impacto en Costa Rica su nivel organizativo, llegamos 16 exilados. 2 abogados, 2 profesores, 4 obreros, estudiantes, etc. Iba el papa de un estudiante al que no hallaron y decidieron llevarse al padre, era de Sonsonete, de apellido Comandari, un señor elegante. Y nos fueron arecibir los de Vanguardia a la frontera, y desde allí nos trasladaron, ya lo tenían todo organizado. Abogados con abogados, obreros con obreros…Nos capturaron luego de una marcha del 15 de septiembre y nos sacaron a Honduras, luego a Nicaragua y terminamos en Costa Rica, ahí pase siete años…”
Antes, había regresado a El Salvador el 9 de mayo de 1944, de Panamá, no fuimos a hacer el canal, el canal ya estaba hecho… fuimos a ampliarlo, los gringos necesitaban ampliarlo por le la Segunda Guerra Mundial, y luego me entere que por cada salvadoreño el General Maximiliano Hernández Martínez cobro un dólar, nos vendió por un dólar o sea que yo un dólar valgo…y dicen que fue un presidente honrado, fue un gran pícaro…
Y  fue en Panamá donde yo conocí al primer comunista salvadoreño, porque yo no estaba organizado, se llamaba Eduardo Camporreales, era talabartero, tenía un taller de nombre El Potro, y platicábamos y empezó a lavarme el coco. Una vez e dijo _mira va pasar un mexicano y me gustaría que lo fueras a escuchar. Y fui a oírlo hablar en la Plaza Santa Ana. Era Vicente Lombardo Toledano. Y ahí abrí los oídos y se me abrieron los ojos, sus palabras me quedaron revoloteando por mucho tiempo…el explico que para liberarse como pueblos y como personas había que luchar, que ahí estaba la clave de la vida, de una vida digna.
Cuando regrese en 1953, la dirección de Vanguardia Popular me había dicho te vamos a enviar por tierra, por aire o por mar. Les dije: envíenme como sea, peor envíenme que ya me quiero ir para mi país. Y me enviaron por avión aprovechando que venia un equipo de fútbol a jugar, ahí me vine entre los jugadores. Al llegar pase aduanas sin problemas. Y salí a buscar un taxi, era el Aeropuerto de Ilopango. Pero nomás salí, cuando se me acercaron tres agentes de la DIC y me encañonaron. Les pregunte que querían. Y me respondieron: que nos acompañes. Y me llevaron ala Policía Nacional. Yo iba con mi valijita llena de ropa que me decomisaron. Al llegar a las bartolinas, era un pasillo y las celdas a los lados, vi que todos me saludaban. Unos levantaban las manos. Y reconocí a Cayetano. Y desde entonces era el mas viejo, por eso me decían Viejo.
Carpio me envió un papelito en una caja de fósforos. Decía: prepárate porque desde esta noche te van a torturar….Y cabal así fue…me fueron a sacar por la noche, vendado: y me preguntaban: conoces a esta persona. Respondía: si, y a esta: también. Y a esta otra: tamben la conozco. ¿Verdad que son comunistas? Respondía: eso si no se. Y se encachimbaban. ¿Y como es que los conoces y no sabes que son comunistas? Respondía: nunca me lo han dicho. Y venia la patada a las costillas. Como a la semana dejaron de torturarme. Y siempre pasábamos viendo por los barrotes a quien traían, que noticias traía de allá afuera. O buscando que dejaran los policías pedazos depáginas de periódicos. Al final, meses después, cuando me sacaron me levaron mi valijita y al abrirla veo que solo estaba un calzoncillo, y les reclame: esta maleta estaba llena. Y me dijeron: estas diciendo que aquí hay ladrones. Les respondí: yo no se, lo que se es que esta maleta estaba llena. Y llego Medrano, que era el Directory pregunto que pasaba y también me dijo: estas diciendo que aquí hay ladrones. Le dije: no se, solo se que mi valija estaba llena. Al final acepte que mi valija la habían saqueado y me fui, me fui a buscar el contacto que en Costa Rica me habían dado que era el Licdo. Raúl Castellanos Figueroa.
Una de las grandes enseñanzas que ha practicado en mi ya larga vida es que nunca me he sentido superior a nadie. Siempre he creído que hay personas que saben mas que uno….y por eso les digo, hoy que veo aquí a algunos funcionarios y diputados, el que quiere ser dirigente popular y dirigente comunista debe ser el mas humilde…no hace falta grandes estudios, yo tres años fui a la escuela, pero tengo conciencia, eso si, y e indigno ante cualquier injusticia…y lo libros que he leído me han ayudado, porque los marxistas consideramos que la teoría alumbra el camino de la practica.Hay libros que me son muy queridos y me ayudaron mucho como Mis Universidades de Máximo Gorki, y el libro La Catedral que narra la historia de un sacerdote en España que se hace comunista. Nunca he terminado de leer El Capital de Marx, tengo que reconocerlo, Lo empiezo y no lo termino…
Una vez nos preguntaron en Cuba, en 1961, cuando nos preparábamos para cruzar la Sierra Maestra en 9 días como parte de un programa de adiestramiento militar, nos pregunto el profesor que cuales libros habíamos leído. Le respondí: yo he visto muchos…pero la pasta. Y el nos dijo: ustedes han venido aquí para aprender. Éramos 13 los salvadoreños. Y una vez nos toco cruzar un rió cargando una piedra en la nuca. Y el Ratón Hidalgo como era un poco jorobado nos gano a todos.
Les voy a contar como fue que me torturaron. Esto fue a principios de los ochenta. Me acusaban de haber matado a dos coroneles, al coronel Manzano y al coronel Choto. Esto nunca lo había contado públicamente pero ya que Domingo lo menciono. Bueno, me capturaron y me tenían no en una cárcel sino en un pasillo. Me tenían vendado de los ojos. Pedí que me llevaran al baño a orinar. Me dijeron. Hay hacete en los pantalones. Les respondí: yo no soy cochino. Y al momento sentí que me pegaban una pata en los testículos y me desmaye. Dicen que después llego el director y al verme desangrado dijo que me trasladaran al hospital. Desperté ya cuando me ingresaban en el hospital. Empecé a gritar al verme fuera de la cárcel: a mi me han torturado…me han torturado…llamen a los periodistas.
Entonces sentí una mano que se posaba sobre mi cuerpo y me dijo: cálmese compañero, que aquí lo vamos a curar. Me dio una inmensa alegría estaba entre compañeros. Y me cuidaban, los doctores, las enfermeras, no dejaban que los policías que estaban fuera del cuarto entraran. Me condujeron al quirófano. Nunca le he tenido miedo a la muerte, yo sabia porque estaba allí por comunista, y no me arrepentía, aunque yo no había matado a esos coroneles…Al salir del quirófano, vino el doctor a hablar conmigo y me dijo: hicimos todo lo posible por dejarle un testículo y no se pudo, estaba ya también destrozado…Su expresión de sinceridad me dio animo. Me dije a mi mismo: ¡estoy vivo! ¡puedo seguir luchando! ¡que más quiero! ¡he vencido a mis torturadores! Y me sometía las curaciones hasta salir del hospital y que me enviaran a Mariona.
Entonces los asistentes le dijeron: Viejo ¿y el grito? Respondió: Quieren oír el grito…vaya pues…¡¡¡Viva el Partido Comunista!!! Entonces Dagoberto Sosa contó: cuando salimos de Mariona, este Viejolo primero que hizo al salir fue gritar con todas sus fuerzas: ¡Viva el Partido Comunista!
Asimismo Roberto Pineda indico que por medio del Servicio Informativo Ecuménico y Popular, SIEP se podía enviar saludos de felicitación para Blas. Por otra parte, Américo Araujo informo que el próximo 31 de marzo en el local de Nuestra América se celebrara el 80 aniversario del PCS. Ese es el día asignado en el marco de las celebraciones del 30 aniversario del FMLN. Habrá un día para cada una d las fuerzas que constituyeron el FMLN en 1980.
De igual manera, la "Juventud FMLN San Marcos", organizó una humilde celebración de cumpleaños para don Blas Escamilla, Líder y ejemplo a seguir por nosotros, los jóvenes.  Dicha celebración, se llevó a cabo en el local histórico del FMLN de San Marcos, en la calle 25 de Abril Ote. y calle 15 de Septiembre el 22 de Febrero de 2010.
Felicidades compañero Bas!

Algunos datos biográficos sobre Blas Escamilla

Blas Escamilla, un veterano luchador revolucionario desde los años cuarenta del siglo pasado, ha cumplido 98 años de vida. Nació el 18 de febrero de 1911 en la población de Moncagua, del departamento de San Miguel. Vivió una atribulada infancia en San Miguel hasta la edad de 10 años. Desde muy pequeño sobrevivió bajo la protección parcial de familiares, pues su madre era demasiado pobre y su padre que no conoció no le dieron la protección y menos la educación y formación mínima para enfrentarse a la vida.

Así aparece en San Salvador a principios de la década de los años veinte. Los recuerdos que conserva de sus progenitores son muy opacos. Su padre Miguel Navarrete y su madre eran originarios del municipio de Estanzuelas, del departamento de Usulutan.

Desde que lo conocimos en 1961, en el marco del Frente Unido de Acción Revolucionaria, FUAR, Blas era uno de los cuadros dirigentes del Sindicato de la Industria del Pan. Dentro del FUAR, Blas Escamilla era uno de los miembros del Consejo Nacional en representación de la Columna Obrera, de la cual era el Coordinador General. En realidad, se trataba de uno de los cuadros designados por el Partido Comunista para integrarse a dicho frente y organizar los Grupos de Acción Revolucionaria dentro de las organizaciones sindicales de la época.

Habiendo ingresado al Partido Comunista a principios del año 1953, pasado las pruebas al frente de las luchas sindicales contra la Dictadura de Oscar Osorio y José María Lemus, adquiere experiencia y reconocimientos para participar con tareas en el Primer Congreso Nacional Sindical de Marzo de 1957 y en el Congreso de Constitución de la Confederación General de Trabajadores Salvadoreños, CGTS, a finales del mes de Agosto del mismo año.

Con estas credenciales es delegado al V Congreso del PCS de Abril de 1964, de donde sale elegido como miembro del Comité Central del mismo. Como dirigente que era del FUAR, Blas Escamilla se ganó el reconocimiento como uno de los cuadros más leales, honestos y disciplinados no sólo de la Columna Obrera, sino de la militancia general del Frente. Aunque no tuvo la oportunidad de cultivar una educación ni siquiera básica, pues sólo cursó tercer grado, este camarada acumuló y desarrolló una importante capacidad de conducción sindical, gremial y política revolucionaria durante muchos años.
A principios de los años sesentas, junto con Jorge Arias Gómez, Manlio Argueta, Tomás Guerra y otros compañeros, fue becado para recibir un curso de formación político-militar en La Habana, de donde regresa con muchos ánimos y conocimientos que se tradujeron en organización y formación de los Grupos de Acción Revolucionaria del FUAR.

El haber adquirido una solidez ideológica y política probadas en una compleja y complicada práctica revolucionaria, Blas siempre se distinguía como uno de los cuadros mas sólidos, lo que permitía que fuera escogido para la coordinación de tareas de autodefensa activa, tanto en las manifestaciones públicas como en las grandes concentraciones de masas. Estos rasgos de su militancia llegaron rápidamente al conocimiento de los cuerpos represivos gubernamentales.

No fueron casuales los intentos por caerle encima, capturarlo y desaparecerlo por parte de la Policía Nacional, de la Guardia Nacional y de la Policía de Hacienda. Muchas veces, con el apoyo de los GAR, Blas tuvo que romper los operativos de cercos preparados por esos cuerpos policiales. Sin embargo, a mediados de 1962, después de la toma de posesión presidencial fraudulenta del Coronel Julio Adalberto Rivera, que se hizo de la Presidencia de la república en elecciones sin oposición, coincidiendo casi con los preparativos oficiales para recibir la visita de Teodoro Moscoso, Coordinador General de la Alianza para el Progreso, el viejo Blas fue capturado por la Policía Nacional, bajo sospechas de ser el responsable de los planes de desestabilización del gobierno y asesinato de Moscoso.

No era la única ni la primera vez que era capturado y torturado. La detención policial bajo tales amenazas no dejaba muchas dudas acerca de lo que le esperaba. Blas nos contó después sobre la decisión de deshacerse del esquema del Plan de Autodefensa que llevaba consigo en esos momentos, así como de llamar la atención de la gente, pidiéndole que informara al Sindicato del Pan y a la CGTS sobre su captura. La gente atendió el llamado y por ella se supo que Blas había sido capturado y se pudo denunciar a tiempo, antes de que lo desaparecieran.

BLAS, UN LUCHADOR CENTROAMERICANO E INTERNACIONALISTA.

El viejo Blas fue expulsado del país varias veces, a Honduras, Guatemala, Nicaragua y Costa Rica. Esta condición de exiliado le permitió involucrarse en luchas sindicales de algunos de esos países, en el marco de los límites que le daban las realidades políticas locales.

Siempre recordaba su primera huelga obrera de los trabajadores muelleros en Puerto Barrios en los años cuarenta, lo que le valió para que lo expulsaran de Guatemala y su incorporación al Movimiento Revolucionario de Costa Rica en 1948, en donde se vio arrastrado a una charamusca armada comandada por sectores liberales de la burguesía tica, dentro de la cual participa como fuerza de apoyo el Partido Vanguardia Popular de Costa Rica.

En algunos momentos de acercamiento personal con las y los camaradas, en la clandestinidad, Blas hablaba de su viaje a Panamá, supuestamente para terminar de construirlo. En realidad, se trataba de una ampliación ordenada por el Gobierno Norteamericano, que tenía razones militares de peso en esos años de la II Guerra Mundial, pues el Imperialismo mantenía el temor de un ataque sorpresivo japonés al estilo Pearl Harbor. Siempre que se hablaba de los planes gringos en la región, el viejo Blas se refería, con razón, a la presencia norteamericana en el Canal de Panamá.

Cada vez que mencionaba este tema aprovechaba para contar algo de su experiencia en el Canal, de la vorágine sufrida y de su regreso al país con el resto de la brigada de 90 salvadoreños, que de paso, coincidió con el 9 de mayo de 1944. Llegaba de regreso por el Puerto de La Libertad, de donde el General Maximiliano Hernández Martínez escapó de ser capturado por los militares insurrectos el 2 de abril de 1944. Y efectivamente, Blas llega precisamente cuando el país aún permanecía semi-paralizado por los efectos la Huelga General Política de Brazos Caídos. Ese día había salido el dictador con maletas en el hombro a echar pulgas a otro lugar, que resulto ser Honduras.

A veces, Blas discutía con los veteranos Daniel Castaneda y Virgilio Guerra sobre detalles de su captura por órdenes
Salvador Castaneda Castro a finales de 1946. Mientras Daniel y otros compañeros habían salido a Guatemala vía Embajada, en el marco del Gobierno del Dr. Juan José Arévalo, Blas y otros 16 compañeros habían sido capturados, golpeados y expulsados hacia ese país hermano.

Blas tuvo el privilegio de conocer a muchos de los veteranos de lucha sindical y popular de los años veinte del siglo pasado. Habiéndose incorporado a las luchas sindicales en los años cuarenta, todavía conoció y trató de cerca de Miguel Mármol, Modesto Ramírez, Segundo, Ramírez, Luís Díaz, Ismael Hernández. También a Miguel Ángel Vásquez, Moisés Castro y Morales y otros intelectuales protagonistas de los acontecimientos de los años 30.

Conoció y trató mucho al veterano Dirigente comunista Daniel Castaneda, lo mismo al conocido investigador biólogo José Celestino Castro. Conoció a muchos otros cuadros continuadores de las luchas de 1932. Aunque no vivió los problemas internos que experimento el PCS de los años cuarenta, ni siquiera de los ocurridos en los primeros años cincuenta, cuando un grupo de intelectuales comunistas se inclinaron en apoyar al gobierno de Osorio, sobre todo porque durante ese tiempo su militancia la tuvo con el Partido Vanguardia Popular de Costa Rica, sí mantuvo una relación con algunos de ellos, entre los cuales mencionaba a Julio Fausto Fernández y Waldo Chávez Velasco. Con algunos de ellos compartió los problemas del exilio en Guatemala, Honduras y Costa Rica.

BLAS SUFRIÓ VARIOS EXILIOS

El exilio de mayor duración fue, sin duda, el sufrido en Costa Rica, desde finales de los años cuarenta hasta 1953, cuando decide regresar al país. Sufrió no menos de 5 expulsiones del país, hacia Honduras, Guatemala y Costa Rica.
Cuando nos encontrábamos en el Frente Unido de Acción Revolucionaria, FUAR, nos enteramos que Blas anduvo de gira por la China Popular en 1959.

En la delegación participaba el médico Antonio Díaz (Benjamín), el obrero Inocente Guerrero y el hondureño Chemita. (En ocasión del Homenaje a su cumpleaños organizado por el Movimiento de Profesionales, Técnicos e Intelectuales de El Salvador, Blas Escamilla, en su intervención, habló del viaje a China, de haberle estrechado la mano a Mao Tse Tung y de haber conocido a varios de los
dirigentes del PCCh, entre ellos Chou En Lai, Li Peng, Teng Tsiao Ping, Liu Shao Shi. Se refirió al hecho de haber conocido la noticia del triunfo de la Revolución Cubana cuando la delegación salvadoreña se encontraba en China. Aclaró que Miguel Sáenz Varela no estuvo dentro de la delegación a China).

RELACIONES CON FIDELINA RAYMUNDO, JULIO FAUSTO FERNÁNDEZ, JULIA RAMIRIOS, CHILA Y CHEPE MARTÍNEZ Y OTROS CUADROS SINDICALES DE SU ÉPOCA.

En realidad, las actividades sindicales y partidarias de Blas Escamilla lo relacionan estrechamente con conocidas personalidades democráticas y figuras revolucionarias de los años 40, 50 y 60. Entre los nombres que él mencionaba con mayor frecuencia y con quienes se le vio mucho pueden mencionarse: FIDELINA RAYMUNDO, valiente y veterana luchadora revolucionaria de oficio panificadora, quien siendo una excelente organizadora de las y los trabajadores en su sindicato y el movimiento popular de la época, fue objeto de una permanente persecución policial, detenciones ilegales y torturas salvajes. Blas hablaba mucho de ella cuando él se encontraba en Costa Rica.

Allá llegó Fidelina en 1952, después de haber experimentado una de aquellas salvajes experiencias de tormentos policiales. Cuando mencionaba el nombre de Fidelina Raymundo siempre lo comparaba como sinónimo de coraje y valentía revolucionaria. Algunas de las Células del PCS se honraban poniéndole su nombre y participando en campañas especiales de emulación en homenaje a la heroica compañera.

EN SU LARGA MILITANCIA, BLAS OCUPÓ VARIOS CARGOS DE RESPONSABILIDAD EN EL PCS.

Como hemos dicho, el V Congreso lo elige como uno de sus miembros, el cual desempeña con mucha diligencia, honorabilidad y disciplina. La Dirección del PCS lo delegó en muchas oportunidades a cumplir misiones en el interior del país y fuera de él. A mediado de los años sesentas, Blas fue enviado al oriental departamento de Usulutan como delegado para desarrollar y fortalecer la organización del PCS.

De 1969 a 1971 fue electo Secretario General del Comité Departamental de San Salvador. Fue jefe del CAM de la
municipalidad de Zacatecoluca durante la administración del UDN-UNO del Prof. Primo Cáceres en 1972.

CAPTURADO Y TORTURADO POR LA POLICÍA NACIONAL

El 16 de Noviembre de 1981, durante la administración de José Napoleón Duarte en la Segunda Junta Revolucionaria de Gobierno, Blas Escamilla fue capturado y torturado salvajemente por los esbirros de la Policía Nacional. Las acusaciones y los insistentes interrogatorios giraban alrededor de supuestos planes de sabotajes y atentados del PCS en instituciones del Estado, entre ellas el ISTA, lugar en donde Blas se encontraba laborando.
Los torturadores, al no encontrar colaboración ni mucho menos disposición para delatar o aceptar los cargos que debía firmar, después de haber fracasado en el uso de los métodos conocidos, como la Capucha, la rueda de caballitos, etc., los especialistas policiales, entrenados en las escuelas norteamericanas, israelitas, argentinas; con la presencia de asesores chilenos y venezolanos de la época, expertos en sacar verdades a base de tormentos, el compañero Blas Escamilla fue víctima del método considerado por los esbirros como infalible para quebrar la moral de cualquiera: el aplastamiento de los testículos. Todos estos tormentos fueron soportados con mucho coraje, como debe ser la conducta de un combatiente revolucionario y especialmente comunista.

Blas Escamilla estuvo al borde de la muerte y por más que los policías intentaban revivirlo el compañero entró en un estado inconsciente, de shock, es llevado al Hospital Rosales en donde los médicos logran salvarle la vida. Días después, sin haber esperado su recuperación es conducido a la Penitenciaría Central de Mariona, en donde lo dejan sin ser juzgado como corresponde a las leyes de la república.

Desde ese momento, como todo un combatiente, sin pérdida de tiempo se incorpora al Comité de Presos Políticos de El Salvador, COPPES, denunciado los atropellos y los tratos inhumanos de que eran víctimas los presos políticos. El COPPES se convirtió en su trinchera de lucha por un lapso de dos años, hasta que la solidaridad nacional e internacional y con el apoyo de abogados amigos logra su libertad en 1983.

Hoy, casi al final del centenario de su convulsa vida de revolucionario, Blas Escamilla Navarrete, rodeado del calor de varios de sus camaradas, amigos y amigas de lucha, con mucho orgullo, con la bandera en alto, este ejemplar camarada celebra sus 98 años, lamentando no tener fuerzas físicas suficientes para seguir luchando en primera fila.

Sin perder las perspectivas del triunfo revolucionario del pueblo salvadoreño y de estar vivo para verlo, exhortó a las presentes y futuras generaciones a no perder el rumbo de la revolución. Con ese temple, Blas fue un formidable estímulo para quienes le queremos, para reafirmar nuestro compromiso de marchar hacia la misión de consumar la revolución democrática como parte que somos de nuestro pueblo.